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Disfraces

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No hay ningún niño al que no le guste disfrazarse o pintarse la cara.

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Disfrazarse es de vital importancia para el desarrollo de nuestros hijos y/o alumnos. No solo les divierte, sino que estimula su inteligencia. A través de este juego simbólico desarrollan ampliamente su vocabulario y confianza, y florece su imaginación y creatividad, desarrollándose así académica y emocionalmente. Si, además, lo comparten con otros niños, se originan situaciones que tienen que ver con la socialización y la cooperación, surgiendo nuevas formas de comunicación, y se estimula la parte del cerebro que ayuda a resolver problemas y al pensamiento creativo.

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Por todo esto, como padres y/o docentes debemos estimular la utilización del disfraz.

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EN CLASE lo ideal es que cuando el docente organice el aula por "rincones de juego", dedique uno a los disfraces, creando así "el rincón (o txoko) de los disfraces". En ocasiones el educador puede dirigir el juego y, en otras, ser un mero observador permitiendo que el niño deje volar su imaginación y represente un personaje diferente dependiendo del disfraz que se ponga o se imagina que lleva (conviene que tengan también un espejo en el que poder verse).

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EN CASA podemos hacer lo mismo, simplemente dedicando un lugar a los disfraces. Basta con que tengan a mano una caja o baúl con caretas, collares, delantales, tutús, cinturones, bolsos, retales, fulares, gorros, etc. ¡Cualquier prenda vieja vale! Al principio podemos animarles, pero si ellos juegan solos (o con sus hermanos) dejaremos que desarrollen su juego libre y espontáneo.

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Maquillaje infantil​

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El maquillaje infantil ayudará a que se su imaginación vuele todavía más y se transformen en todo tipo de personajes.

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Un recurso muy socorrido cuando celebramos un cumpleaños en casa (o cualquier tarde que vienen amigos a jugar) es animarles a que se disfracen y luego pintarles la cara.

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Si tenemos muchos niños para pintar, lo mejor es no ofrecerles demasiadas opciones de maquillaje, porque si no les va a costar mucho decidirse. Basta con darles 5 o 6 posibilidades. Una vez que han decidido de que se quieren pintar, les colocaremos en fila y en vez de pintarles uno a uno, que resulta muy lento y suelen acabar perdiendo la paciencia, les pintaremos a todos a la vez, haciéndolo por colores. Es decir: si empezamos por el color azul, a cada uno de ellos pintarles en la cara el detalle que les corresponde en color azul. Cuando hemos terminado con este color con cada niño de la fila, empezamos de nuevo con el color verde, rojo, blanco, etc. Así se ahorra tiempo limpiando pinceles y ellos están mucho más entretenidos.

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​​Si tenemos poco tiempo, siempre nos queda la posibilidad de hacerles una florecita en la cara o en el tobillo, un reloj o una pulsera en la muñeca, etc. No debemos olvidar que los protagonistas son ellos y que no se trata de lucirnos y hacer una obra de arte en la cara de cada niño, sino de que todos participen y disfruten: es mejor pintar a todos, aunque el maquillaje no pueda ser tan completo.

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A la hora de elegir un maquillaje infantil, hay que tener cuidado, ya que la piel de los niños es muy delicada. Lo mejor es comprar un maquillaje con base de agua, que se quita facilmente con una esponja o un paño húmedo (¡y asegurarse de que no sea tóxico!).​

Yo tengo dos estuches de maquillaje: uno de Catapulta Editores (que en realidad es un libro de pintura facial que adjunta un pequeño estuche con seis colores) y otro de la marca Snazaroo (http://www.snazaroo.com). Con un pincelito son super fáciles de usar y cunden un montón. Y para coger ideas, basta con buscar un poco por internet. Hay miles de webs que te muestran, paso por paso, como maquillar a tus hijos. Yo he elegido una al azar en la que nos enseñan a maquillar de Spiderman, mariposa, payaso, soldado, etc. Pincha en el corazón de la derecha y accederás a ella. ¡Ya verás que bien lo pasáis!

Pincha en el corazón para aprender a maquillar

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